¿Debemos preocuparnos por la llegada de los robots a las empresas?
La robótica está cada vez más cerca de las empresas españolas. España se encuentra en la posición 24 a nivel mundial con respecto a la fabricación de esta tecnología. Uno de los factores de este desarrollo es el conjunto de características culturales que reúne el país: la adaptabilidad al cambio y la creatividad.
Aun así, se están estudiando las implicaciones negativas que conllevará la incorporación de robots en nuestro día a día. Por ejemplo, los «robots asesinos» son armas capaces de decidir y ejecutar ataques sin humanos, y los Gobiernos se están planteando su utilización (aunque acarrea problemas éticos).
A pesar de eso, cada vez se aproxima más el momento en el que los robots pasarán a formar parte de nuestras vidas de forma recurrente. Por ejemplo, en el mundo de los procesos empresariales es muy habitual hablar de automatización mediante tecnologías como BPM y RPA, que permiten ahorrar tiempo y dinero.
La velocidad de la innovación está creciendo de forma exponencial por la suma del Internet de las Cosas, la robótica y la Inteligencia Artificial. Esta inteligencia artificial (IA) podrá desempeñar cuatro funciones en la empresa: como jefe, como compañero, como asistente y como herramienta. Pero una de las implicaciones de la incorporación de robótica en las empresas es la preocupación por la posibilidad de quitar puestos de trabajo a los humanos. Todas las ventajas económicas de las nuevas tecnologías irán acompañadas de una renovación de las condiciones laborales. Peligrará incluso la ocupación de algunos trabajadores altamente cualificados.
El reto está en encontrar el valor diferencial de los humanos en cada empleo. En el caso de la gestión documental, los robots ya permiten automatizar todas aquellas tareas que sean repetitivas.