Administración pública y digitalización
La transformación digital ya es un hecho, y las organizaciones que no se adapten a ella pueden ir desapareciendo poco a poco. Sin embargo, ¿qué ocurre con la Administración pública? Desaparecer, no va a desaparecer, aunque también debe sumarse al movimiento. Los ciudadanos quieren una reducción de los procesos burocráticos y la tecnología puede ofrecérselo. Además, la digitalización permitirá un gran ahorro en cuanto a dinero público se refiere.
Cierto es que la Administración está adoptando medidas para hacer frente a la digitalización. De hecho, según el Índice de Economía y Sociedad Digital de 2019 de la Comisión Europea, España ha mejorado en el ranking de países de la Unión Europea. Aun así, existen muchas cuestiones que requieren atención. Los expertos aseguran que los procesos internos están en un segundo plano y deberían optimizarse y automatizarse a corto plazo. Asimismo, como punto urgente se encuentra la mejora en la comunicación con el usuario y entre las propias administraciones. Ello permitiría evitar desplazamientos, mejorar la experiencia del ciudadano, mayor eficiencia y reducción de costes.
En cuanto a los trabajadores, su formación es una clave esencial para los procesos de transformación digital. Las Administraciones públicas deben englobar en sus presupuestos la educación de sus empleados en nuevas tecnologías y apostar por el talento joven. Además, se enfrentan a una lucha contra la resistencia al cambio. Sin embargo, en un contexto en el que todo evoluciona constantemente, sumarse es esencial para continuar.
No son pocos los retos a los que se tienen que hacer frente. No obstante, la transformación digital es algo ya está ocurriendo en todos los ámbitos de la vida, y la Administración pública no es un excepción.
Fuente: revistabyte.es