La ciberdelincuencia pone en peligro la seguridad mundial
Día a día, la tecnología se afianza cada vez más en nuestra sociedad y nos ofrece grandes ventajas. Sin embargo, existe también una cara B, un lado oscuro que crece sin pausa: la ciberdelincuencia. Esta ya ha sido calificada como una amenaza global junto con la crisis del agua potable o el cambio climático.
Según el Hornetsecurity Cyberthreat Report 2020, los delitos en la red se han visto reforzados por tecnologías más punteras que son capaces de eludir las antiguas barreras de protección. Una de las estrategias es atacar a través de enlaces malignos indetectables por las soluciones antispam. Además, los malwares ahora son capaces de leer una astronómica cantidad de información. Con ello, dirigen ataques basados en auténtica ingeniería social.
Las principales infraestructuras, como la eléctrica, son las más vulnerables por su gran importancia. Cuando un ciberataque cae sobre una compañía de servicios públicos, ejerce una tremenda presión porque las consecuencias podrían ser catastróficas. Si la energía sufre un corte, toda cadena social se ve afectada. Ni la red de alimentos de ni la de medicamentos podría funcionar correctamente, lo que desembocaría en una crisis social de absoluto caos.
Es por eso que, hoy más que nunca, la ciberseguridad debe ser un tema primordial a abordar por parte de los entes públicos y privados.
Fuente: spamina.com