¿Internet es sostenible?
Al pensar en la red, nos viene a la cabeza algo que simplemente está ahí y ya está. Sin embargo, no nos cuestionamos cómo se alimenta o cuánta energía consume. Y es que, internet parece ser muy ecofriendly, pero la realidad no es tan idílica.
Cierto es que ya existen servidores conectados a sistemas de energía renovables, como las placas solares. Pero esto, además de conllevar la dependencia a los caprichos del tiempo, no es viable a gran escala. De hecho, internet consume tres veces más energía de la que todas las plantas solares y eólicas del planeta son capaces de producir.
Es en este punto donde debemos preguntarnos qué es imprescindible y qué no. La cantidad de información que maneja la red es infinitamente pesada. Existen millones de estructuras prácticamente irrelevantes que hacen que el gasto energético se dispare cada día más. No obstante, aplicando procesos de comprimido y simplificación, todo sería más fácil en términos de responsabilidad medioambiental. Y no solo eso, sino que redes más sencillas mejoran notablemente la experiencia de usuario. Por ejemplo, si una web no utiliza mecanismos demasiado complejos, todo se vuelve más fácil y limpio. La velocidad es mucho más fluida, no hay notificaciones ni interferencias todo el tiempo e incluso no tenemos porqué aceptar las ‘cookies’ a cada segundo.
Fuente: retina.elpais.com